CARACAS – El próximo 1 de octubre el Banco Central de Venezuela pondrá en circulación el bolívar digital, que conlleva la eliminación de seis ceros a la escala del cono monetario que actualmente circula en el país, anunció el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez en su cuenta de Twitter.
El nuevo cono monetario que regirá en el país a partir del próximo 1 de octubre, de acuerdo al anuncio, incluirá una moneda de 1 bolívar y tendrá como máxima denominación el billete de 100 bolívares.
Este nuevo esquema regresa a los estándares previos a la primera reconversión monetaria realizada por el Gobierno chavista en 2008 y prevé las mismas denominaciones vigentes antes del “viernes negro” de 1983, cuando la administración del expresidente Luis Herrera Campíns devaluó por primera vez el histórico tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar.
A partir de ahí la pérdida de valor de la moneda nacional no se ha detenido y ha alcanzado niveles históricos.
La nueva escala surge como resultado de dividir las denominaciones actuales entre 1.000.000 y así habrá que hacerlo con todas las cantidades a partir de la fecha estipulada.
Es importante señalar que no se espera que estos billetes circulen ampliamente en el territorio nacional, ya que la apuesta del Gobierno es digitalizar la circulación monetaria o desmaterializar el bolívar, como ya se viene haciendo a través de la promoción de medios de pago digitales.
Asimismo, el comunicado del BCV hace referencia a que habrá una moneda digital que, se entiende, deberá expresarse en estas mismas cantidades referenciales.
No hay medidas antiinflacionarias
El economista César Aristimuño, CEO de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, opina que esta nueva reconversión, aparte de reconocer la hiperinflación que ya ha eliminado 14 ceros a la estructura del bolívar desde 2008, no debe tener impactos sobre la determinación de los precios ni en dólares ni en bolívares.
“No podemos esperar una reconversión económica con esta medida, si esta no viene acompañada de un programa que facilite que esta reconversión genere las bases para impulsar la economía, abatir la inflación y generar empleo formal. Si esta decisión no viene acompañada con políticas de fondo, vamos a tener una situación económica similar a las que vivimos en las dos anteriores”, sostiene Aristimuño.
Ahora se verá por cuánto tiempo esta nueva estructura del bolívar, ahora llamado “digital”, tendrá validez. Para el experto, es pronto para hacer conjeturas concretas en este sentido, pero, sin duda, el país podría encaminarse hacia una nueva reconversión en un plazo que no será largo. Aristimuño tiene esperanzas, de que el Gobierno dicte medidas económicas en la orientación correcta antes de la entrada en vigencia de la nueva reconversión monetaria, este primero de octubre.
“En nuestra opinión, se trata de una decisión necesaria, puesto que facilitará los procesos contables y de facturación de las empresas que ya eran prácticamente inmanejables desde el punto de vista práctico. Igualmente, facilitará los mismos procesos en el sector público”, señaló.
