Andrés De Luca: pasión siciliana detrás de Pharmatención

CARACAS – Siguiendo el sueño que comenzó su padre inmigrante, cuando cada día atendía a su clientela detrás del mostrador, este ítalo venezolano aseguró que el hábito de trabajar desde temprano y recibir una buena educación, han sido las claves para tener hoy una cadena de 14 farmacias, negocio que con orgullo lleva adelante junto a su familia.

Andrés de Luca, venezolano por nacimiento e italiano por crianza y corazón, necesita desde pequeño la adrenalina de los negocios y hoy se siente afortunado de haber logrado el éxito, fruto de su trabajo y total dedicación.

Forjarse un buen futuro era el anhelo de muchos inmigrantes, incluso su padre, quien llegó a Venezuela en 1950 donde comenzó como pintor hasta que logró tener un puesto en un importante  mercado municipal de Caracas.

La historia de Andrés se remonta al arribo de Santo de Luca, oriundo de Baghería Sicilia, quien desde pequeño trabajó en una salumería y a un par de año de estar en el país, se trajo a su esposa para consolidarse y formar una familia.

Así nació Andrés, un 6 de febrero en la maternidad Concepción Palacios de Caracas y junto a su familia vivió durante muchos años en Altavista, Catia, un barrio que se caracterizaba por albergar a una importante colonia italiana, en especial de napolitanos y sicilianos.

Siempre compartió las tradiciones de la madre patria, pues en su familia eran más de cien personas (una especie de pequeña Baghería) entre tíos, primos y paisanos, quienes mantuvieron las costumbre entorno a la buen mesa.

Gusto al trabajo

El inicio de lo que es hoy un importante grupo de farmacias arrancó con los estudios de niño en el colegio Agustín Codazzi de Caracas y un trabajo en paralelo que comenzó cuando tenía 7 años junto a su padre.

Cada día Andrés se iba a trabajar desde las 4 de la mañana y a la 7 regresaba a su casa para arreglase e ir a la escuela que iniciaba a las 8 am. Esta rutina le fomentó una gran responsabilidad y un gusto al trabajo que mantiene hoy día.

Estudió y vivió unos años en Italia para terminar la escuela, pero la nostalgia de no encontrar a la Sicilia que su padre dejó y de la cual tanto hablaba, lo hizo regresar y empezar sus estudios de farmacia en la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En ese recinto y desde el primer día que vio a Margarita, su actual esposa, están juntos y formaron una familia con dos hijas gemelas, Pierina  y Esperanza, quienes además son todos colegas y trabajan juntos, pues los cuatro son farmaceutas egresados de la UCV y han hecho crecer el pujante “negocio de familia”.

“No soy quien para hablar del éxito, pero para mí ser exitoso es haber mantenido la tradición de tener una familia bella y unida, porque el concepto de familia está por encima de muchas cosas y es para mí muy importante”, expresó.

El comienzo

Reveló De Luca que la llegada de Carmen Margarita Alonso a su vida lo hizo disciplinarse, ser más estudioso e incluso graduarse en Farmacia en 9 semestre.

Una vez casados, ella se dedicó a la docencia  llegando a ocupar los más altos cargos como profesora titular universitaria  y habiendo  publicados unos cuantos libros, hasta que se jubiló, momento en que se integró plenamente a los negocios familiares para aportar a la integración y concepto de la cadenas de farmacias que hoy poseen.

Mientras tanto, Andrés tuvo la oportunidad de trabajar en diversos laboratorios, ganar experiencia  y adquirir en 1983 y con la ayuda de algunos amigos, su primera Farmacia en Petare y luego en 1987 otra en Chuao.

Cuenta que fue un período muy difícil marcado por una dura situación política y económica en Venezuela (Caracazo), pero fueron estabilizándose y adquierió su tercera farmacia en Santa Eduvigis, en la que actualmente tiene las oficinas administrativas del grupo.

“Desde siempre mi sueño era tener muchas farmacias y una droguería para hacer las compras y surtir mis propias farmacias”, dijo en entrevista a La Vocede´Italia, y quizá ese deseo y empuje de emprendedor, lo llevó a seguir invirtiendo, hasta que en 1994 compró la farmacia Ferrenquín en la Candelaria (siendo hoy la más importante y con registro de las mayores ventas), seguido de la Razetti, Altagracia y otras que se fueron sumaron para ser hoy 14 locales en Caracas.

El presidente de Pharmatención, comentó  que al terminar en 1996 el postgrado de farmacia comunitaria, puso en práctica su interés y conocimientos para desarrollar como parte de sus servicios, el apoyo y orientación a sus clientes, siendo un aspecto que han aplicado de manera satisfactoria, que los distingue y llena de orgullo.

En paralelo Luca se dedicó a la actividad gremial por más de 10 años, en apoyo a la búsqueda de mejoras para el sector que representa, siendo hoy ex directivo de la Cámara Venezolana de Farmacia.

Atención como herencia

Aunque un gran porcentaje de ítalos venezolanos han heredado parte del trabajo iniciado por sus padres, como segunda o tercera generación en los negocios, el caso del doctor De Luca es diferente, porque fue él quien en esta oportunidad comenzó y creó un porvenir partiendo de la compra de una farmacia, y dejando un legado para sus hijas.

No obstante, destacó con orgullo, que sí heredó de su padre el hábito de estar detrás del mostrador y atender a una clientela, por lo que el concepto de atención es nato y creció con él, de manera que sólo le puso el “pharma”, indicó entre risas.

Este hombre noble, apasionado  y nostálgico, con un firme carácter y decisiones claras, confesó tener como cábala una carreta siciliana en cada una de sus tiendas. La primera le trajo suerte y desde allí las mantiene también como recuerdo de la tierra de sus antepasados, porque más que italiano Andrés se siente “muy siciliano” y con orgullo lleva en sus pensamientos la región y su dialecto.

Activo desde la madrugada  y operativo en la oficina antes de las 6 de la mañana, dijo que desde el punto de vista económico, sí ha logrado los objetivos que su padre se planteó, pero también siente un reconocimiento profesional muy grande, además de algunos premios y recompensas por su trabajo, estudios y aporte, entre ellos la publicación su trabajo de grado.

Padre y jefe

Durante la entrevista el orgulloso padre contó con satisfacción que cuando supo que sus niñas querían estudiar Farmacia, sintió cierta preocupación porque su esposa era también profesora en la universidad, pero la ética y valores en el hogar, llevó a Margarita tomar la decisión de jubilarse para no sentirse comprometida.

Actualmente sus dos hijas son dos brillantes profesionales con estudios de postgrado en el Iesa. Esperanza vive en Panamá con su esposo y colabora con la empresa desde allá. Mientras que Pierina sigue en Caracas con su esposo e hijos y trabaja en la oficina junto a sus padres.

“Me preocupaba porque la generación de relevo no estuviera, pero Pierina está muy integrada a todo y actualmente apoya en algunos proyectos como son reforzar las redes y activación del servicio delivery gratis para los clientes”.

Reveló a La Voce que están el proceso de montar una distribuidora para comprarle a importadores y surtir las farmacias propias en principio, así como abrir una Casa de Representaciones para importar directamente productos a Caracas.

Combinar los roles en el trabajo y en casa no siempre ha sido fácil para esta familia, pero la dedicación de todos ha dado frutos, en especial cuando se integraron para un nuevo enfoque al concepto de farmacias independientes y se convirtieron  en una cadena que enlaza al comercio, la salud y la atención farmacéutica, de allí el nombre de Pharmatención.

De Luca precisó que esa reestructuración los llevó a tener un oficina administrativa y a desarrollar el nuevo concepto de atención al paciente y sus familiares, que bajo todas las normativas y permisos, brindan un trato especial a su clientela, así como beneficios y apoyo a los empleados que hoy suman más de 140 personas.

Sin embargo, este fanático de los Tiburones de la Guaira y de la squadra del Milán, mantiene en su memoria agradables recuerdos de infancia, que no siempre fueron fáciles, pero que le forjaron un carácter muy noble pero firme, y una vida plena donde prevalece la mezcla de costumbres y sabores italianos, venezolanos y españoles, éste último por parte de la familia de su esposa.

Aficionado al fútbol, su otra gran pasión que disfrutó y siempre practicó desde que era un muchacho, sigue tendiendo grande planes para seguir consolidándose y expandiendo su  negocio, lo que les ha contagiado a sus hijas, con la meta conjunta de seguir creciendo como organización y sumando nuevas farmacias.

Sin embargo, está expectante al futuro, porque la pandemia ha cambiado muchas cosas y los ha obligado a reinventarse para bien, pues ahora tienen redes y tecnología para apoyarse y seguir prosperando con nuevos servicios como han sido los pedidos en línea y delivery.

Al finalizar la entrevista, llamó la atención en una pared de su oficina una condecoración de la República Italiana a Andrea De Luca, su abuelo paterno quien como sobreviviente de la Primera Guerra Mundial, recibió en 1960 la orden “Caballero de Italia”, reconocimiento que conserva porque es parte de su vida, junto a sus títulos universitarios, algunos valiosos recuerdos de la UCV y fotos de su amada familia.

Letizia Buttarello / Redacción Caracas

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