Catedrales en llamas (de la serie “Imágenes, ideas seductoras y fake news”)

Catedrales en llamas_Geoffroy Van Der Hasselt_AFP
Aguja de Nuestra Señora de París por Geoffroy Van Der Hasselt, AFP.

Por Denise Armitano Cárdenas

No poseemos la verdad ni el bien nada más que en parte
y mezclados con la falsedad y con el mal.
Blaise Pascal, Pensamientos (1670)

 I El cigarrillo mal apagado

Cuando parte de Nuestra Señora de París ardió en llamas el 15 de abril de 2019, la idea de que el catolicismo ‒y Occidente‒ habían sufrido el embate de un atentado islámico fue la interpretación inmediata del suceso. La imagen de la elegante aguja central del edificio gótico, encendida en su interior y asfixiada por el humo al momento de quebrarse, revestía el poderoso significado de la derrota ante un enemigo oscuro, osado y empeñado en mostrar su fuerza.

Esa especulación, construida a partir de otros lamentables hechos reales, pero sobre todo del miedo, sin duda era más atractiva que las posibles y verdaderas causas: un desafortunado cortocircuito o el cigarrillo mal apagado ‒negligencia culposa‒ de un trabajador en la obra de restauración que le devolvería su brillo a la catedral.

A la realidad se le suele manchar con tintes dramáticos para hacerla más llamativa, más conmovedora, incluso más creíble.

Gustave Fraipont (1849 – Paris 1923), Incendio de la catedral de Reims (1914), aguada, tinta negra y grafito sobre pergamino, 32,2 x 25 cm, Museo de Bellas Artes de Reims.

 

II “Premonición”

Junto a esa reciente y angustiosa imagen apenas instalada en la memoria colectiva, comenzó a circular por redes sociales una aguada de Gustave Fraipont (1849 – 1923) con la premisa de que, cien años atrás, el dibujante había plasmado en ella el incendio de la catedral parisina. Al público también le seducen las predicciones, sobre todo cuando se cumplen, más aún si anuncian catástrofes. No importa si en la redescubierta obra de Fraipont la que se incendia es la catedral de Reims en 1914 y no Nuestra Señora de París. La imagen se envió, de manera compulsiva y viral, incluso con un título acorde a su nueva juventud: “Premonición”.

Iglesia de San Nicolás (Gante, Bélgica) intervenida por la obra de Michael Langeder (noviembre, 2021), por @snowphd (Ig).

 

III Juegos de luces

Si de conmover se trata, la iglesia de San Nicolás en la ciudad belga de Gante también fue protagonista en las redes sociales: uno de sus campanarios estaba siendo presa del fuego. Sin mayores explicaciones, la imagen incendiaria iba acompañada de titulares como “De nuevo una iglesia medieval en llamas”, “Arde el patrimonio gótico” o “Fuego en Gante”, logrando el efecto deseado a través de retuits, mensajes compartidos y reenviados con la coletilla “así como me llegó lo mando” que busca librar al emisor de responsabilidad en cuanto a la veracidad del contenido del mensaje.

¿Cómo no desolarse? ¿Cómo no experimentar el dolor de las piedras y de la madera de ocho siglos calcinadas, de las gárgolas chamuscadas? Las catedrales en llamas parecen ser un hecho noticioso especialmente conmovedor y seductor, tal vez por el sentimiento de pérdida irreparable que su destrucción nos deja o por el golpe a la cultura occidental (uno más) que ella representa.

Lo cierto es que el fuego de San Nicolás era una ilusión óptica, magistralmente ejecutada por el artista Michael Langeder, para el Lichtfestival (Festival de luces) realizado en la capital de la provincia de Flandes Oriental durante el mes de noviembre de 2021. Su propósito, justamente, era confrontar a los espectadores ante un escenario catastrófico y sensibilizarlos acerca del valor del patrimonio histórico y cultural.

Si alguien tuvo una premonición, fue justamente Langeder quien diez años atrás produjo una obra similar titulada The Big Fire That Never Happened en otra localidad. Dato curioso: la iglesia de estilo gótico escaldino de Gante fue construida durante el siglo XIII sobre un templo más antiguo incendiado, ese sí, en 1176.

Estos tres episodios dan fe de que las imágenes tienen la capacidad de potenciar cualquier mensaje y de propiciar infinidad de historias e interpretaciones. En medio de tantas catedrales en llamas, tal vez podemos procurar discernir lo verdadero de lo falso, lo real de lo ficticio, en los destellos coloridos de la luz que se filtra a través de sus vitrales; y, ante la incertidumbre, tener como referente la imagen de los regios rosetones medievales de Nuestra Señora de París, ilesos tras el siniestro de 2019.

Rosetón de Nuestra Señora de París por El Eremita @dinamittEros (Tw).