MADRID – La noticia cogió a todos por sorpresa, descolocados. También el Gobierno ha sido espiado. Félix Bolaño, ministro de la Presidencia, informó que los teléfonos de Pedro Sánchez, jefe de Gobierno, y el de Margarita Robles, ministra de la Defensa, han sido “infectados” por el programa “Pegasus”. El “Catalán-Gate” pica y se extiende. Pareciera haberse transformado en el “España-Gate”.
– Es una casualidad política no menor – dijo con un dejo de ironía el preside del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, al referirse a la coincidencia con el debate sobre las presuntas “escuchas” a dirigentes independentistas -. Es la primera explicación que el Gobierno nos da después de que se esté debatiendo y comentando este asunto.
Feijóo aseguró al gobierno el apoyo de los populares para tutelar “la seguridad del Estado y de las instituciones que lo componen”
Desde la trinchera opuesta, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretario general de Podemos, ha manifestado la necesidad de “depurar responsabilidades”.
“Está en juego nuestra democracia y la confianza de la ciudadanía” ha señalado en su cuenta en Twitter.
También a través de un tweet, la vicepresidente segunda, Yolanda Díaz, expresó su preocupación y la necesidad de “llegar hasta el final” para dar con los responsables de las escuchas ilegales.
“La ciudadanía – escribió en su account en Twitter la vicepresidenta – merece respuestas”
Para Jaume Asens, presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, estaríamos en presencia del “mayor escándalo de espionaje” en la historia del País. Al Igual que la ministra Belarra, manifestó que la posición del partido “sigue siendo investigar y depurar responsabilidades”.
La denuncia del Gobierno coincide con la querella presentada formalmente por los diputados de CUP, Carlos Riera y Albert Botrán, y por el exdiputado David Fernández ante el Juzgado de Instrucción Número 32 de Barcelona por el presunto espionaje.
Redacción Madrid
