MADRID – El rey emérito, Juan Carlos I, ya está en tierra española. Su regreso se produjo entre polémicas y sin, como le reclama el mundo político, dar explicaciones sobre conducta. A su llegada al aeropuerto de Peinador, lo esperaban, a pie de la escalerilla del avión, la infanta Elena y su amigo, Pedro Campos, presidente del Club Náutico de Sanxenxo.
El viaje del rey emérito ha sido en un jet privado, el Glfstream GIV G450, considerado la limousine del aire. En fin, ha sido un largo viaje rodeado de toda clase de lujos. El rey emérito no regresaba a España, desde agosto de 2020. Es decir, desde cuando decidió viajar a Emiratos Árabe, donde fijó su residencia, y esperar, lejos de las polémicas que desató su conducta, que los Tribunales emitieran sus veredictos. Juan Carlos I no ha sido exculpado. Los Tribunales tan sólo determinaron que algunas de las irregularidades de las que se le acusaba habían sido cometidas cuando lo amparaba la “inmunidad total”, en cuando jefe de Estado en funciones. Las demás, han sido archivadas por la Fiscalía. Es decir, por el propio Ministerio Fiscal que había abierto las investigaciones. Desde entonces, se tornaban cada vez más insistentes los rumores de un pronto regreso del Juan Carlos I. Y, al mismo tiempo, crecía la polémica alrededor de su controvertida figura.
El rey emérito permanecerá en Sanxenxo donde asistirá a las regatas, deporte que siempre lo ha fascinado. Se desconoce si, como en el pasado, competirá con su velero “Bribón”. El presidente del Club Náutico lo considera poco probable, por haber estado el rey emérito alejado del “agua” por casi tres años.
Juan Carlos I permanecerá en Sanxenxo hasta el 23 de mayo. Luego acudirá a la Zarzuela, para visitar a la familia real. No pernoctará en la Zarzuela, por ser esta la sede central del jefe del Estado. Se quedará en residencias privadas.
La llegada del monarca en Sanxenxo ha movilizado a los servicios de seguridad. Se han activado todas las medidas: desde el control del tráfico hasta la vigilancia marítima y aérea.
El regreso del rey emérito a los Emiratos Árabe, donde ha fijado su residencia, sin duda dejará una estela de polémicas en un clima político crispado por las próximas elecciones regionales, las polémicas internas en la coalición de gobierno, y por las elecciones nacionales cuya fecha es aún lejos y, sin embargo, tan cerca.
Redazione Madrid
