MADRID – Juan García Gallardo, el recién electo vicepresidente de la Junta de Castilla y León, sorprendió a moros y cristianos, con su intervención en las Cortes cuyo objeto era informar de su “Programa de actuaciones a desarrollar en la presente legislatura”.
García Gallardo, en su exposición, arremetió contra la política educativa del Gobierno de Sánchez que, en su opinión, corrompe “a los niños de Castilla y León con una educación sexual completa a una edad impropia”.
– Haremos frente a ese intento de manipulación política desde la Junta de Castilla y León, porque la educación no debe servir para convertir a los niños en activistas políticos, y libraremos a la escuela de la ideología de género – dijo para luego recalcar:
– Es del todo contradictorio lamentar la despoblación y fomentar la cultura de la muerte con leyes de eutanasia y aborto libre.
El líder regional de Vox considera que los poderes públicos no deben intervenir para dejar que sean los padres quienes, en última instancia, decidan sobre cuál “formación religiosa” es mejor para sus hijos. Prometió que la Junta de Castilla y León no escatimará esfuerzos para proteger a los niños y liberar “a la escuela de la ideología de género”.
El representante de Vox en el gobierno de Castilla y León aseguró que su partido no comparte la idea de que a los niños se les pueda enseñar en las escuelas “posturas sexuales, el sexo no binario, el fluido y el mediopensionista”.
García Gallardo también arremetió contra la eutanasia. Insistió en que Vox está en contra de la “cultura de la muerte” y celebró que en algunas provincias los médicos sean objetores de conciencia, todos o casi todos.
Tampoco el “cambio climático” estuvo ausente del discurso del ultraderechista. Condenó lo que calificó de “fanatismo climático” del Gobierno y defendió la industria. En especial, la automotriz.
El discurso del vicepresidente recibió una lluvia de crítica de la oposición. Sus palabras fueron tachadas de “exabruptos”, “barbaridades”, “populismo radical” y mucho más. No faltó quién acusara a García Gallardo de sembrar el odio y de buscar el enfrentamiento entre españoles.
Redacción Madrid
