CARACAS – David Smolansky, comisionado de la OEA para la crisis de refugiados y migrantes venezolanos, lamentó que a muchos venezolanos no se les reconozca su status de refugiados, a pesar de ser desterrados y haber tenido que dejar su país a causa de la carencia de alimentos, la violencia y persecuciones injustas.
Recordó que más de 6.2 millones de personas han tenido que desterrarse de su tierra, por lo que tienen derechos a ser protegidos y considerados.
Al manifestar su admiración por los migrantes, manifestó una vez más su admiración por los venezolanos desterrados este 20 de junio, cuando se celebra el Día Mundial de los Refugiados.
El comisionado recordó que los refugiados no son sólo los que huyen por una guerra o catástrofe natural, sino además quien lo hace por ausencia de democracia y libertad, hambruna, violencia y enfermedades.
Refugiados: un problema del mundo
Por su parte Víctor Rodríguez Cedeño, ex presidente del comité ejecutivo de ACNUR, reiteró que es una facultad pública el derecho internacional de los refugiados, y hay instrumentos internacionales que regulan la protección de estas personas, según lo establece la Convención de 1951.
Agregó que en el mundo hay 26 millones de personas han abandonado sus naciones a causa de la violencia y todas tienen derecho a pedir protección, asilo y a tener acceso seguro a la frontera.
Aclaró que nadie debería ser devuelto en las fronteras, ni ser discriminado, porque todos tienen derecho a un trato humano, digno y a respetar sus derechos humanos.
En lo que respecta a Venezuela, Rodríguez lamentó el drama político, económico y social que padecen y alertó que es terrible que de 8 millones de venezolanos que han migrado, 4 millones tengan el estatuto de refugiados, porque es un problema que se escapa de las manos y pasa a ser no un problema de cada país, sino de la comunidad internacional.
Redacción Caracas
