Marya Azzarelli: “Hacer una casa con muebles de moda es lo mío”

CARACAS – Para ser curadora de interiorismo, además de conocimiento y experiencia, se requiere pasión y buen gusto y eso es justamente lo que caracteriza a Marya Azzarelli, joven ítalo-venezolana que se ha formado entre el glamour, la moda, el arte y un exquisito olfato que la ha puesto a la vanguardia del diseño en Venezuela.

Graduada en diseño de modas cum laude en Caracas, tuvo siempre dos grandes referencias que la inspiraron: sus “nonnas”. Ambas cosían y podían ser las mujeres más elegantes de las noche.

“Fueron un ejemplo mientras crecí”, aseguró.

Estudiar diseño y desarrollar piezas de gran gala con técnicas de alta costura (fusión fantasía) fue el comienzo de un camino de aprendizaje que la llevó a entender que “todo lo que se aprende es aplicable, aún cuando no lo consideremos”.

Por ello sin saber cómo, pero ahora como parte de su bagaje, Azzarelli empezó su aprendizaje laboral  como vestuarista de los comentaristas deportivos de Meridiano TV, y de allí pasó a Casablanca, representantes  en Venezuela de las marcas mundiales e italianas más relevantes como Dolce & Gabbana, Chanel, Versace, Roberto Cavalli y muchas más.

“Allí comencé como vendedora aunque se suponía que era asesora de imagen, y me tocaba guiar a las señoras a la hora de hacer sus compras”.

“En medio de mi mundo de fantasía de crear e innovar persiguiendo un hito que siempre fue la elegancia, me dieron un ultimátum, que si no vendía me despedirían. Pero siguiendo los consejos de mi papá, de hacer lo que dictara mi corazón, comencé a hacer lo que me gustaba, y fue cambiar todos los maniquíes y vestirlos con ropa de temporadas viejas que estaban en los depósitos, y así cada cuatro días les cambiaba el look”.

Muy clara de que no le gustaban las ventas y consciente de que podía salir de la tienda en cualquier momento, se dedicó a sacar cosas fuera de temporada y los maniquíes fueron adquiriendo un “flow particular”, lo que generó que a los tres meses la ascendieran a Visual Merchandising (vitrinista) y adquiera grandes responsabilidades durante su trayectoria de cuatro años en la empresa.

“Hay talentos que son regalos divinos pero otros te forzan a crecer y ser competitivos”, expresó y a raíz de esa reflexión, la talentosa chica que para ese momento llevaba el pelo rojo y brakers en sus dientes, comenzó hacer un trabajo importante sobre el reciclaje de piezas y su transformación (out cycling) y armó una colección para Custo Nacional con piezas recicladas roídas “Fue un trabajo importante pero Caracas no estaba preparada para ese tipo de productos”, acotó.

La iniciativa la hizo merecedora de la dirección de mercadeo y debía organizar los desfiles de Casablanca, por lo que terminó siendo la representante de la firma y comenzó a cambiar y sugerir un nuevo estilo, que obviamente era más jovial y para otras generaciones y no para el estilo de la tienda.

Es en ese momento prefirió dejar la firma y recibe de manera sorpresiva una oferta de Custo Barcelona para montar una tienda en Margarita, donde le dieron todas las condiciones que pidió, entre ellas encargarse de las compras, ir al Fashion Week en Nueva York y hacer un curso sobre arquitectura de tiendas.

Durante su breve pero intensa trayectoria con la compañía española, vivió una gran experiencia de formación en Barcelona sobre el montaje de tiendas, que le abrió las puertas para su futuro y fue el inicio de su incursión en el diseño de interiores.

De alumna a profesora

Reveló Marya que por esas cosas del destino, un día cuando pasó por el Instituto Universitario de Diseño Las Mercedes donde se formó, se detuvo a saludar y surgió una relación laboral que se extendió por cuatro años, que la afianzó como profesora de distintas asignaturas e introdujo la cátedra de visual marchandising (vitrinismo), no solo para diseño de modas sino también para interiorismo.

“Mis clases eran muy particulares siempre y les colocaba muchos retos a los  estudiantes e investigaciones, porque si quería progresar y lograr excelencia, tenía que crecer y evolucionar para lograr mi misión”.

En paralelo, le ofrecieron hacer vestuarios, utilerías y producciones con importantes casas que organizaban comerciales y videos musicales y de esa manera coordinaba la escenografía, los vestuarios y la conceptualización, y además logró en ese tiempo sacar el titulo de interiorismo, el segundo que obtenía en la misma universidad donde también daba clases.

El gran salto

Durante la entrevista realizada en la hermosa residencia de Azzarelli, donde puede apreciarse su distinguido gusto y parte del trabajo que hace, ya que todo fue diseñado por ella, confesó que gracias a un amigo tuvo la oportunidad de ingresar a la empresa de mobiliarios franceses Roche Bobois en Caracas, dedicada al diseño de interiores y a desarrollar los proyectos de las marcas para la sede de Venezuela. “Era lo máximo, hacer una casa con muebles de moda, era yo evidentemente”, comentó.

“Con el tiempo y al llegar mi madurez profesional, decidí dedicarme al área del diseño de interiores y entendí que así como se crea un atuendo de moda, creas una casa de moda pero sin caducidad. Eso implica que debo acompañarte en tu manera de pensar y forma de vivir. Requiere más dedicación, análisis y ver cómo puedo hacer una casa para que vivas tu vida sobre la base de la psicología de un proyecto”.

En Roche Bobois permaneció por cuatro años desarrollando proyectos de interiorismo, y le pareció tan maravilloso que comenzó a estudiar arte conceptual para poder orientar a la gente al decorar sus casas.

Las conclusiones de un proyecto de interiorismo, se hace con la introducción del arte, y por eso comenzó a estudiar arte conceptual.

El contacto con grandes profesores y gente muy valiosa la han inspirado, y servido para defender sus proyectos hasta el final, porque no es solo poner los muebles y a un galerista, es unir curaduría e interiorismo para poner las piezas que decoren y se creen especialmente para el espacio que va a habitarse.

Indicó que si los dueños tienen algunas piezas que tengan funcionalidad, se busca un artista para que las intervengan y cobren valor y se renueven, para convertirse en una obra de arte, todo en base al estilo de vida del cliente.

El arte como protagonista

La reconocida experta, quien posee su propia empresa y es una emprendedora que no para de innovar, hace actualmente curaduría de interiorismo con una sensibilidad especial en el diseño de interiores, donde le da protagonismo al arte porque sólo el 40% del espacio debe ser habitado por muebles, y lo realmente importante es el espacio para que la vida fluya. “Si tienes un lugar lleno de cosas no dejas espacio para nuevas situaciones a nivel energético”, asintió.

Como especialista, sugiere que los muebles estén en el centro del hogar para que se pueda transitar por todos lados. En las paredes no debe haber bibliotecas ni muebles de apoyo y eso permite mover siempre la casa, y así como se cambia la forma de vestir a diario, el hogar puede movilizarse, variar el color, apreciar el contraste de texturas y la iluminación.

“Las piezas te hace analizar más la vida. Mi intención es que las personas vean de manera diferente su entorno y disfruten de forma diferente a lo banal”.

La relajante atmosfera refleja sin duda, que todo lo que debe haber en un hogar tiene que tener utilidad y a veces este puede ser el lujo. “Hay pieza que a nivel de diseño representan una elite y eso da prestigio a la casa o a la persona, pero lo que se considere, brinda la posibilidad poner el sillón viejo al lado de una lámpara de bacarat”.

La oficina de la diseñadora es simultáneamente una galería de objetos conceptuales, “es una ventana para que los artistas a través de mi visión desarrollen una colección de objetos utilitarios de arte dentro del mundo del interiorismo y puedan hacerlo allí o conversarlo, es por eso un espacio donde se habla de proyectos creativos, de cómo hacer la dirección de arte de una sección fotográfica para una marca de moda, hasta la transformación de un espejo en obra de arte”, afirmó con orgullo.

Con gustos excéntricos y apasionada a los zapatos y lentes, Azzarelli trabaja en alianza con arquitectos, diseñadores y artistas, y los va integrando al proyecto que desarrollan en conjunto, para clientes enfocados en una estética futurista de gente joven que más que considerar los clásicos, apuestan por el acrílico, los espejos y otros tipo de  acabado que forman parte de una performance de una casa tradicional.

Con muchos proyectos en puerta, una lista de compromisos y remodelaciones en curso, afirmó que continuará desarrollando piezas con artistas porque es algo de lo que no se puede desvincular, además su trabajo depende de la conclusión de un proyecto de ingeniería y de arquitectura, para luego entrar ella con sus ideas.

Sangre siracusa

Esta nieta de italianos con fuerte costumbres arraigadas en casa que provienen de la rama paterna de Siracusa, está clara que su papel es aportar a la sociedad, por ello decidió activarse y salir más de su ciudad, para inspirase, innovar y hacer cosas diferentes, trayendo más información e ideas para su trabajo.

Marya una mujer detallista y cariñosa quien admira a su papá y destaca el  valor de la  familia, comentó que tiene como ejemplo a sus padres con 40 años de casados y a su padrino calabrese como referente, con quien al menos una vez al año parte junto a toda la familia a recoger tomates en una finca en Guanayen, para que cada casa haga sus propias salsas.

La entrevistada confesó a La Voce d`Italia que por primera vez este año hizo tomates asados para pasta rustica, y al parecer tiene buena sazón, porque su papá repitió tres veces el plato.

Rodeada de mecánicos y apasionados a los autos, reveló que su abuelo, padre y tío han trabajado siempre en la rama de talleres automotriz, latonería y restauración de vehículos, lo que la llevó en honor a su familia, a realizar su primera obra que exhibe con satisfacción en la sala de su apartamento: un capó de auto chocado.

Otra de sus herencias es lo que le deja la nonna, novia del nonno, una señora italiana que le ha enseñado mucho y le ha dado algunos preciados regalos, entre ellos un sombrero que es su favorito.

En Italia le quedan dos primas que viven en Modena, pero siente aunque haya nacido en Venezuela, que lleva la sangre italiana y que hay cosas que se vinculan con sus raíces sicilianas y la hacen sentir orgullosa, entre ellas ciertas costumbres, la forma de pensar y los gustos heredados por un buen plato de comida o una mesa bien servida.

Letizia Buttarello / Redacción Caracas

Fotos Cortesía Victoria Cardozo

 

 

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