Álvarez de Toledo: “No quieren fotografiarse con Vox pero les encanta gobernar con Vox”

MADRID – Lo que otros piensan, ella lo dice. Y sin muchos miramientos, como es su costumbre. Encargada de presentar una conferencia de Iván Espinoza de los Monteros, Cayetana Álvarez de Toledo aprovechó la ocasión para “echar leña al fuego” y expresar públicamente sus críticas a Alberto Nuñez Feijóo por haberse reunido “en secreto” con Santiago Abascal, líder de Vox.

– Algunos – dijo Álvare de Toledo – no quieren mostrarse con Vox, no quieren manifestarse con Vox y evitan votar con Vox. En cambio están encantados de gobernar gracias a Vox. Eso se llama hipocresía y la hipocresía es un feo vicio político

Razones no les falta. El Partido Popular gobierna en coalición con Vox, no sin muchos roces, en Castilla y León; en Madrid y Andalucía lo hace con el apoyo de la formación de extrema derecha.

Desde que fuera llamado a presidir el Partido Popular, en sustitución del defenestrado Pablo Casado,  Alberto Nuñez Feijóo estuvo muy atento en no cruzar su camino con Santiago Abascal. Y lo hizo con mucho tino. Por ejemplo, supo evadir las fotos de colón y, hace apenas unos días en Barcelona, dejó que lo representara Cuca Gamara en la manifestación barcelonesa en defensa del español. El miércoles quiso que la reunión con Abascal fuese lejos de los focos mediáticos. Sin embargo, la noticia trascendió a la prensa. Los populares trataron de restarle importancia tanto como Vox en subrayar su alcance.

Álvarez de Toledo, desde un principio, aclaró que su presencia en el acto de Vox nada tenía que ver con un futuro fichaje de la extrema derecha, con la cual coincide políticamente en muchos temas.

– No me voy a ir a Vox – dijo diáfana y segura.

Pero, aún así, no escatimó críticas al presidente de su tolda política. Mientras en Génova tratan de restarle importancia a la reunión, definiéndola rutinaria, Iván Espinoza de los Monteros afirmó que “hay una sintonía personal entre Feijóo y Abascal” y Álvares de Toledo, siempre tan transparente, alegó:

– Resulta que hay que ser cordiales con el desleal PNV, con la golpista ERC y hasta con Bildu, como diría Sánchez. Pero está prohibido ser cordiales con Vox. Si acaso, solo en secreto, de incógnito. Acabemos con esta anomalía.

Redacción Madrid