Borges: «La Ley de Desarme permite desmantelar la violencia»

El coordinador nacional de Primero Justicia, Julio Borges, pidió ayer «un desarme general de la población para contener el avance de la delincuencia».


Indicó que las cifras rojas que semanalmente se obtienen en las morgues del país reflejan una realidad: la violencia es el principal problema que aqueja a los venezolanos. Y el gobierno no lo ha asumido como política de Estado por falta de voluntad.


Borges ofreció su acostumbrada rueda de prensa dominical en la cual esgrimió cifras alarmantes en materia de inseguridad. Además, enfatizó que «con la Ley de Desarme se puede desmantelar la violencia» en Venezuela.


Sacó a colación el caso de Nancy González, a quien el viernes le mataron a su segundo hijo en un ajuste de cuentas que él mismo planificó para vengar la muerte de su hermano ocurrida en mayo.
– Ella ­- aseveró – justificó el hecho porque de por medio estaba la venganza. Sabía que también le iban a matar a su segundo hijo. Cuando un país llega a esa realidad es porque no hay justicia y se empieza a vivir con la ley de la selva. En 11 años de este gobierno se han cuadriplicado los homicidios en Venezuela. En 1998, año en el que el Presidente ganó las elecciones, se contabilizaron 4 mil 550 homicidios. Al cierre del año pasado se totalizaron 16 mil 47 homicidios.


El candidato a la Asamblea Nacional por el circuito 4 del estado Miranda subrayó que esto quiere decir que sin tener una guerra declarada, en un mes en Venezuela «se cuentan cifras de muertes violentas cercanas a las de la Franja de Gaza el año pasado completo tras el conflicto entre el Ejército israelí y la organización Hamas: unos 1 mil 500 muertos.


Borges no dudó en señalar que la inseguridad personal se percibe como el mayor problema que afecta a los venezolanos y que entre los crímenes cometidos resaltan los secuestros.
– Estos – subrayó Borges – dejaron de ser un fenómeno rural para convertirse en un problema que afecta igualmente al ámbito urbano
Además, explicó que estos «han evolucionado hacia nuevas modalidades como el secuestro express y el virtual».


El máximo dirigente de Primero Justicia dio cuenta de que Venezuela es uno de los países más peligrosos de América Latina. Y Caracas es la segunda ciudad más violenta, después de Ciudad Juárez. Para sustentar sus declaraciones se basó en cifras recogidas tanto por la Universidad Central de Venezuela como por el Observatorio Venezolano de Violencia.


– Señores – enfatizó -, en Caracas se cometen más de 140 homicidios por cada 100 mil habitantes Estos están asociados al déficit de capital social, al consumo de alcohol y a la drogas y a la existencia de la delincuencia organizada. En cambio, en Ciudad Juárez la media es de 195 homicidios por cada 100 mil habitantes, pero producto del crimen organizado y el narcotráfico.


Borges recordó unas declaraciones ofrecidas el año pasado por el ministro de Interior y Justicia, según las cuales hay policías y militares involucrados en por lo menos 20% de los homicidios.
Durante los primeros tres meses de 2010, se cometieron en 10 estados del país 4 mil 527 homicidios (un promedio de 76 personas diarias).
Solamente en Caracas perdieron la vida 1 mil 335 personas, la mayoría de ellas jóvenes menores de 25 años.


– En 90% de los delitos cometidos en el país – destacó -, está involucrado por lo menos un adolescente como víctima o como victimario. A esto se suma la saña con la cual se atenta contra la vida de una persona. El 63% de las víctimas de homicidio registra cinco o más disparos; el 16% registra dos, tres o cuatro disparos y el 21% un sólo disparo.
De acuerdo con las cifras manejadas por Primero Justicia, se estima que en Venezuela circulan, de manera ilegal, entre 9 y 15 millones de armas de fuego, pese a que en 2002 se sancionó la Ley de Desarme, cuya primera reforma se aprobó en enero de este año.
Julio Borges aseguró que con voluntad política puede ponerse en práctica un Plan de Desarme, cuyos resultados exitosos pueden verse en países como Colombia, Brasil y Australia.


– Una experiencia exitosa lo tenemos muy cerca: Medellín, Colombia – dijo -. Para 1991, Medellín fue catalogada como la ciudad más violenta del mundo. Quince años después de la implementación del Plan Medellín, la tasa de homicidios se redujo a 26 por cada 100 mil habitantes. Ustedes se preguntarán cómo lo lograron? Hubo estrecha colaboración entre los gobiernos nacional y local; modernizaron y transformaron a los organismos de seguridad y justicia; conquistaron los espacios públicos para la ciudadanía y adelantaron una estrategia centrada en la recuperación del monopolio de la fuerza por parte del Estado, aplicando un programa de desarme, desmovilización y reinserción de los grupos armados.
Borges llamó a los venezolanos a participar sin miedo en las elecciones legislativas del 26 de septiembre.