Vecchio: AN nunca investigó casos de corrupción

CARACAS – “La actual Asamblea Nacional (AN) nunca investigó ni debatió los mayores casos de corrupción”, afirmó este miércoles el Observatorio Parlamentario al presentar el balance legislativo 2006-2010.
Entre ellos, destaca el caso del maletín de Antonini Wilson, hallado en Argentina en 2008; los bancos intervenidos a finales de 2009 y el más destacado, el de los miles de toneladas de comida en mal estado correspondientes a importaciones de la red de alimentos Pdval.


En tal sentido, Carlos Vecchio, director de esa organización, hizo referencia a varios hechos que denotaron el incumplimiento de la función legislativa, contralora y representativa que debe tener el Parlamento.
Sobre la representatividad de la AN acotó que el organismo no tiene “legitimidad ni representatividad”, pues fue designada en una elección donde la abstención alcanzó el 75%.


Vecchio aseguró: “Tuvimos una AN que en lugar de legislar para el pueblo, legisló para un Presidente; que en vez de controlar al Presidente, fue controlada por el Presidente”. Acto seguido, hizo un llamado para “cambiar la historia” y votar el próximo 26 de septiembre.
Según detalló Vecchio, la AN aprobó desde 2006 a agosto de 2010, 153 leyes de las cuales 108 no estuvieron programadas previamente. De tal modo, afirmó que el 70% de la agenda trazada por el Parlamento fue “clandestina”. De igual forma destacó la preponderancia de los contenidos políticos y económicos sobre los de orden social, en los acuerdos trazados por los diputados de la AN.
Dijo que el presidente Hugo Chávez, en un periodo de año y medio (2007-2008), dictó 67 Decretos leyes frente apenas 25 proclamados en plenaria por los diputados de la AN.


De igual manera llamó la atención sobres las distintas leyes que en 2009 se dictaron “contra la descentralización”. Entre ellas, la Ley de Descentralización, que quitó a las gobernaciones y alcaldías la administración de puertos, aeropuertos y carreteras nacionales; la Ley del Consejo Federal de Gobierno; la Ley del Distrito Capital, que restó competencias y recursos a la Alcaldía Metropolitana; y las derogatorias de ley del Fides y el LAEE, que acortó los recursos recibidos por las distintas instancias de gobierno regional para autogestión.


También nombró la reforma de la Ley Electoral que obligó a pasar de un sistema de representación proporcional a un sistema de mayoría que, según explicó Vecchio, “atenta contra la pluralidad política, necesaria para que todos nos sintamos representados y que cada quien pueda tener espacio en Venezuela”.