CARACAS¬- El senador estadounidense Marco Rubio, manifestó que se encuentra “optimista” sobre la capacidad de la Organización de Estados Americanos (OEA) para actuar y tomar la mejor decisión, ante lo que consideró, falta de democracia en Venezuela.
-La OEA es una organización colectiva de democracia en América y es el modo en que se deberían resolver los problemas en la región, pero si un foro como ese no es capaz de unirse para básicamente señalar en una resolución que Venezuela no es ya una democracia, entonces uno se pone a pensar: ¿para qué tenemos a la OEA?−, indicó Rubio en declaraciones a la cadena Fox.
Agregó que la democracia ha sido soslayada, debido a la imposibilidad de legislar del Parlamento venezolano, la falta de autonomía del Tribunal Supremo de Justicia y el menoscabo de la libertad de expresión de los medios críticos.
El senador del Estado de Florida, sostuvo que países como República Dominicana, El Salvador y Haití deben pensar muy bien cómo votarán ante el informe presentado por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que invita a aplicar la Carta Democrática en Venezuela, porque podrían haber repercusiones en la ayuda que Estados Unidos brinda a dicha naciones.
– Esto no es una amenaza, pero es la realidad –dijo-. Estamos viviendo en un ambiente muy difícil en Washington, donde se están considerando recortes masivos a la ayuda en el extranjero. Para nosotros va a ser bien difícil justificar la ayuda a estos países si ellos, al final del día, no cooperan con la defensa de la democracia en la región.
Destacó que los casos de Haití, República Dominicana y El Salvador son particularmente sorprendentes porque “han sufrido mucho por temas humanitarios, y que en su propia historia han sufrido las consecuencias de la falta de democracia”.
-Los próximos días van a ser muy importantes para el futuro de la democracia en la región, −sentenció el senador republicano.
La Carta Democrática Interamericana, constituye el instrumento jurídico más completo de la OEA, que pretende proteger la democracia en la región, la promoción y fortalecimiento de los principios. Por ello, según se ha argumentado, Venezuela figura como firmante.
