L’abbandono degli animali da compagnia: la voce di chi non ha voce

Prosegue la serie di “reportages” che La Voce d’Italia pubblica in collaborazione con la “Cátedra de Investigación Periodística” a carico del professore Alejandro Ramirez. L’obiettivo è offrire ai nostri lettori una visione ancora più amplia della realtà del Paese attraverso la ricerca approfondita e seria realizzata dai futuri giornalisti del Paese.

Abandono animal en Caracas: la realidad de quienes no tienen voz

Venezuela, como en cualquier ámbito acostumbra, cuenta una Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio (Gaceta Oficial Nº 39.338, del 4 de enero de 2010). Sin embargo, la población no tiene conocimiento de sus artículos, o en peor caso, de su existencia

CARACAS – Considerando el escaso tiempo en vigencia que presenta la legislación de amparo en pro de la fauna doméstica y en cautiverio, quizá sea posible explicar el desconocimiento que cuentan los dueños acerca de cuáles son sus deberes como responsables de sus animales, y también los derechos que estos, como seres vivos, igualmente gozan. Asimismo, es importante destacar que el maltrato animal, más allá de creerse limitado a hechos como golpear o no alimentar a la mascota, inicia en la violación de sus derechos y acarrea sanciones, como en toda normativa oficial.
Para el caso de los canes, es fundamental tener presente aquello que biológicamente los categoriza como animales caseros: su dependencia. A diferencia de muchas otras especies del reino animal, los perros no están en la total capacidad de valerse por sí mismos, ellos necesitan de cuidados y atenciones que no precisamente están disponibles en un hábitat silvestre, sino en las manos humanas.

En cuanto a los miembros más pequeños de la familia felina, los gatos a través de la evolución natural, a pesar de sus dotes de caza, autoabastecimiento y supuesta independencia, han desarrollado conductas que únicamente pueden ser custodiadas bajo el núcleo doméstico.

Dicho esto, desde una perspectiva afectiva resulta imposible creer que las calles caraqueñas día tras días presenten un incremento significativo de mascotas en condición de abandono. Por otro lado, teniendo en cuenta la agravada crisis que de forma implacable azota a la economía de los venezolanos, es posible establecer algunas coordenadas que expliquen las causas de esta alarmante problemática.

En resumidas palabras: ¿El auge del abandono animal tiene su razón en el desequilibrio económico, o en motivos de carácter cultural y moral, como por ejemplo, la responsabilidad?

Ante la realidad, surgen propuestas
El 12 de enero de 2014, el ejecutivo nacional, Nicolás Maduro, lanzó desde el Parque Los Caobos la Misión Nevado para la atención integral de los animales en estado de abandono. Esta nueva misión es un movimiento ‘‘colectivo, ecosocialista, animalista y revolucionario’’ que tiene como principales objetivos rescatar y proteger a los animales en situación de calle, e impulsar el reconocimiento de los Derechos Animales y crear conciencia sobre el deber que tenemos los seres humanos hacia ellos y hacia la Madre Tierra.

Por otro lado, en conmemoración al Día Internacional del Perro Callejero que se celebra el 27 de julio, Bayer y la Red de Apoyo Canino realizaron una campaña de concientización bajo la etiqueta #NoLoAbandones el pasado año. Ricardo Reyes, responsable de la unidad de Animal Health en Bayer Venezuela, en alianza junto a la fotógrafa de mascotas Erika Pérez Roa, fueron los encargados de promover información orientativa para todos aquellos dueños de mascotas.

Adicionalmente, grupos rescatistas y proteccionistas de la Gran Caracas periódicamente hacen llamados a la comunidad para participar en jornadas de adopción y veterinaria, buscando disminuir el desbordado número de refugiados y rescatados que hay consigo, así como también el ofrecerle a los perros y gatos una nueva oportunidad y hogar.

Cifras hay, pero no oficiales
En Venezuela, según la bloguera y autora de ‘‘Todo sobre mis schnauzers’’, Patricia Guarua, “el abandono de animales se ha vuelto un fenómeno que crece exponencialmente”. Sostiene que para el año 2014 eran abandonados en promedio 200 mil animales (perros y gatos) a nivel nacional, y que para el año 2016 esta cantidad habría aumentado, por lo mínimo, un 50%.

La actual presidenta de Misión Nevado, Maigualida Vargas, recientemente declaró que durante el año 2016 fueron atendidos 5 mil animales en situación de calle en todo el territorio nacional, dando un total de 762 mil animales los tratados por la fundación durante sus primeros tres años de labor. Para el presente año, estiman llegar al millón de amparados.

Anualmente, todas las organizaciones no gubernamentales (ONG), esterilizan a un aproximado de 50 mil animales.
A pesar de que el gobierno nacional tomó iniciativas como la creación de Misión Nevado, para la fecha ninguna página oficial u ONG de carácter internacional ha presentado a la fecha reportes estadísticos que sustenten la magnitud de esta problemática.

Lo que se dice y cree
Durante la búsqueda de información, una encuesta y sondeo de opinión arrojó que, en comparación a años anteriores, un 96,6% del total de consultados perciben que el número de especies (gatos y perros) en las calles caraqueñas ha incrementado exponencialmente. Mientras tanto, un 2,8% cree que existe la misma cantidad de siempre, mientras que un 0,7% considera que no existe una mayor cantidad en estado de abandono por las calles. Asimismo, el 90,3% de esta misma población afirma haber sabido, visto o conocido casos de abandono animal durante el último año hasta la fecha, llevándose la negativa un porcentaje de 9,7%.

Economía Vs. Responsabilidad
Hay quienes dicen que la realidad del país se manifiesta a través de los animales, sin embargo, caería en imprudencia realizar generalizaciones.

Mediante un sondeo de opinión y encuesta realizadas a miembros de la comunidad caraqueña, se conoció que la problemática económica y la falta de responsabilidad en conjunto, son percibidos como en conjunto la principal causa de este problema obteniendo un 66,2%. En segundo lugar, recae la falta de responsabilidad de forma independiente mientras con 18,6%; en tercer lugar y con el mínimo porcentaje de 7,2%, todo lo referido a temas económicos tales como costo de alimentos, consultas veterinarias y demás gastos que una mascota pueda generar junto a la categoría otros, también con 7,2%.

En línea con la información previa, cabe resaltar la creencia acerca de que cultura del venezolano no presenta un nivel de desarrollo capaz de incentivar a los dueños de mascotas para que su rol sea eficiente y respetuoso, con un 77,2%.

Más causas, más argumentos y más alternativas
María Barreto, proteccionista y técnico en veterinaria, relató que existe gran cantidad de casos donde la mascota al enfermar severamente tiende a ser abandonada sin ningún tipo de escrúpulos, ni siquiera apostando a su recuperación. A su vez, explica que esto puede deberse al desinterés del amo o al no saber qué hacer en una situación como esa, en donde las salidas de índole descomplicado resultan más seductoras.

Ahora, situándonos en el problema de la crítica situación alimentaria que atraviesa el país, existe la creencia de que si al venezolano común le está costando alimentarse bien sea por los elevados costos o la escasez, y por ello ha recurrido como medida extrema a frecuentar basureros en busca de algún sustento proteínico, difícilmente las mascotas puedan satisfacer su apetito. No obstante, la dieta de los canes y felinos puede ser atendida con productos diferentes a la perrarina y gatarina respectivamente; inclusive, existen alternativas como rollos de vegetales y residuos de carne, por 500 bolívares la unidad, que resultan mucho más sanos que algún otro alimento procesado.

También, una distribuidora ubicada en Las Acacias (Caracas) oferta una mezcla generosa de tipos de carne (vacuna, porcina, avícola) por 1200 bolívares el kilogramo, lo cual resulta más accesible al bolsillo en lugar de los 6500 – 8000 bolívares que puede costar una bolsa de apenas dos kilogramos de comida para mascotas, lo cual en un aproximado le alcanzaría a una sola para comer durante una semana.
También, las dietas vegetarianas, explica el rescatista independiente Jorge Doza, son una opción siempre y cuando se respeten las líneas alimenticias de los animales. Por ejemplo, no es recomendable que los perros coman cebolla y ajo.

Los partícipes y sus lugares de fechoría
En diciembre de 2016, las redes sociales se vieron conmocionadas tras conocerse que personal de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), habría desalojado forzosamente del campus a los perros que hacen vida en él. Bajo la etiqueta en twitter #DóndeEstánLosPerrosUcab, la opinión pública se vio enloquecida y las autoridades pertinentes obligadas a rendir cuentas, ya que a pesar de que estos canes no poseían dueño, eran refugiados del grupo proteccionista Salvando Patitas que hace vida en la universidad. En un comunicado oficial la institución explicó que la medida fue tomada en beneficio de los estudiantes y trabajadores, en vista de algunas denuncias recibidas sobre
‘’mordidas y ataques’’ que nunca fueron confirmadas y de las cuales jamás hubo testimonio.

Oriana Forgione, proteccionista y coordinadora del grupo, contó que en la información que se había manejado la orden era únicamente para tres perros. Sin embargo, por ‘‘error’’, nueve de ellos fueron sacados de sus refugios en donde semanalmente eran bañados y diariamente alimentados; además, todos habían sido previamente esterilizados, ya que constantemente son llevados a sus chequeos veterinarios y atendidos en casos de emergencia.

A través de la página web change.org, Forgione procedió a la recolección de firmas superando las 1500 en menos de una semana, lo cual llevó a iniciar la búsqueda de estos perros con el apoyo de las autoridades universitarias y grupos de voluntariado. En última instancia, se comentó que habían sido enviados a un lugar ‘‘seguro’’ en La Guaira, estado Vargas. Tras las arduas labores de búsqueda, solamente tres de ellos fueron encontrados hasta la fecha, dejando en evidencia que, a pesar de tener recursos, en ocasiones estas acciones parecen carecer de justificación por lo cual, si una institución de renombre las realiza, ‘‘cualquiera’’ podría.

Siguiendo la ubicación mencionada en las líneas anteriores, voceros del grupo Protección Animal Caracas aseguran que las afueras de la ciudad, La Guaira y el Junquito se han convertido en los lugares de preferencia para deshacerse de perros y camadas de gatos, presuntamente previendo que si son de la ciudad puedan ser identificados con facilidad. A su vez, sostienen que es fácil identificar a quienes en algún momento tuvieron un hogar, ya que generalmente si se trata de perros se visualizan muchos puddles o razas de un mayor tamaño como los golden retriever y labradores. También, entre los lugares más frecuentados para cometer este tipo de actos, están las estaciones del metro, siendo Colegio de Ingenieros y Bello Monte algunas de las más nombradas por ello.

¿En la unión está la fuerza?
Actualmente, en Venezuela existe un aproximado de más de 80 organismos comprendidos entre voluntariados, grupos proteccionistas, refugios, fundaciones y más, que tanto persiguen como promueven el cuidado animal y el cumplimiento de los derechos y deberes de las especies. Sin embargo, el trabajo que realizan no es suficiente, entre muchas cosas, porque falta la inclusión de toda la sociedad. Así como en la política y muchos otros nichos de la realidad venezolana, las mayorías y el colectivo esperan que otros, unos pocos, resuelvan algo que atañe a toda una nación. La sobrepoblación de animales en estado de abandono, si no se atiende de forma contundente, podría generar problemas sanitarios debido a la proliferación de bacterias, pulgas, parásitos y posible desarrollo de enfermedades que afectarían tanto a animales como a civiles.

Algunos testimonios
Ángel Linares, psicólogo egresado de la UCAB, comentó haber presenciado hace cinco meses un caso de abandono animal en El Paraíso, municipio Libertador. ‘‘Yo salí a comprar pan con mi novia, y antes de entrar a la panadería vi a un perrito pequeño, un salchicha, tembloroso y asustado. Al salir de comprar él seguía así, estaba desorientado y lo agarramos, tenía muy buen aspecto a pesar de la situación’’. Linares, igualmente manifestó no comprender cuál era la necesidad de dejar a un perro de tal manera, ya que ni siquiera por su tamaño las exigencias con su alimentación eran elevadas.

Mabel Sequera, madre adoptiva de ‘‘Galán’’, un can rescatado de la Misión Nevado, considera que a pesar de las dificultades para mantener a su hijo –único integrante del sistema hogareño-, su mascota, más que ser eso, es un miembro de la familia y merece respeto. También, reconoció la fidelidad y amor que proporcionan aquellos pequeños que tienen una segunda oportunidad.

Studente: María V. Contreras R.
Professore: Alejandro Ramírez
Universidad Católica Andrés Bello

“En un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales” – Mahatma Gandhi
*Todos los datos suministrados en la presente investigación referentes al sondeo de opinión y encuesta se obtuvieron a través de una muestra poblacional representativa de habitante de la ciudad de Caracas, Venezuela.

Agradecimientos
A Oriana Forgione, coordinadora y proteccionista del grupo Salvando Patitas
A Ángel Linares, por sus testimonios y enlaces de utilidad
A Mabel Sequera, quien se acercó hasta mí una vez supo de qué iba este reportaje
A los miembros del grupo en Facebook de ‘‘Tango buscador de mascotas extraviadas’’ por sus anécdotas, informaciones, denuncias y gran receptividad
A los grupos Mascotas de Calle, Salvando Patitas, Protección Animal Caracas, VoluntariosXAnimales y MascoAyudas
A todos los rescatistas independientes que relataron sus experiencias y abiertamente brindaron sus opiniones

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