CARACAS – La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) llevó el operativo especial de fiscalización a los comercios del mercado municipal de Quinta Crespo en el Distrito Capital. El superintendente, William Contreras, anunció que estos operativos se estarán realizando continuamente en los próximos días.
“Estas fiscalizaciones ayudan a la población en general que compran en estos establecimientos a encontrar a precios cómodos los productos de primera necesidad”, dijo Contreras. Los precios en productos de charcutería, carne y hortalizas fueron ajustados entre un 10 y 20 por ciento, en el operativo que contó con la presencia de más de 400 funcionarios del estado.
La Sundde publicó el pasado ocho de noviembre los nuevos precios regulados de la carne y el pollo. El lagarto, la costilla y el hueso rojo son los productos más baratos con un precio de 38 mil bolívares. Sin embargo, las carnes para parrilla como el solomo y la punta alcanzan 75 mil bolívares. El precio más elevado es el del lomito en 80 mil.
Consecomercio: Sundde desvía la atención
La superintendencia comenzó con este nuevo proceso de fiscalización el pasado 13 de noviembre en algunos estados del país. Estas acciones fueron criticadas por María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio, debido a que estos eventos lo que hacen es desviar la atención sobre la situación económica y no solucionan el problema.
Esta nueva ronda de fiscalizaciones ha traído conflictos en algunos lugares. En el estado Bolívar, los funcionarios de la Sundde tuvieron conatos de violencia con los denominados bachaqueros, quienes revenden productos básicos inclusive triplicando su precio. La trifulca se generó a partir del decomiso de los productos que los vendedores informales intentaban despachar.
Los procesos de fiscalización ya se han vuelto costumbre en la época decembrina con algunas series de productos específicos. El año pasado el rubro fiscalizado se centró en los posibles regalos navideños como juguetes y ropa. Tal es el caso de las tiendas EPK donde obligaron a disminuir los precios hasta un 70% y la juguetería Kreisel a quienes les fue decomisada una parte importante de mercancía.
