Gioia Lombardini: una Italiana con alma venezolana

Gioia Lombardini, por años referente de la televisión Venezolana
Gioia Lombardini, por años referente de la televisión Venezolana

CARACAS – Nació en Roma, Italia, y a los 12 años llegó con su madre a Caracas. Es actriz, directora teatral, productora, bailarina, fue una de las chicas de Renny y bailó en la temporada de Ópera del Teatro Municipal de Caracas en los años 50. Es madre, abuela, italiana de nacimiento y venezolana de corazón.

Gioia Lombardini es una mujer que hace honor a la traducción al castellano de su nombre: alegría, pues esa es la emoción que transmite a través de sus palabras, gestos, sencillez, carisma y belleza.

Desde la infancia sintió inclinación hacia las artes. En Roma estudiaba piano, aunque afirma que no los disfrutaba mucho en esa época y se dormía sobre el teclado; a los 8 años estudiaba ballet en el teatro de la Opera y a los 10 años actuó por primera vez en una película italiana llamada Stazione Termini, estación de trenes a la que su padre le hizo el piso de mármol que aún luce.

Su crecimiento artístico en Italia se vio interrumpido cuando a los 12 años se vino a Venezuela con su madre, pero el cambio de ubicación geográfica no fue impedimento para el desarrollo artístico de Gioia quien se convirtió en imagen y referente de la televisión Venezolana

¿Por qué se vino a Venezuela?

“Las circunstancias realmente no las conozco del todo porque a mi edad, indudablemente, no me decían ni podía entender muchas cosas. Mi hermano, 10 años mayor que yo, se había ido de Italia hacía 2 años. Primero fue a Nueva York y de allá se vino a Venezuela. Mi padre era constructor y tenía una fábrica en la que hacían pisos de mármol. Mi hermano, una vez en Venezuela, contactó con unos ingenieros que eran amigos de mi padre y se les ocurrió poner un negocio como el que tenía en Italia aquí en el País. Mi madre, al cabo de dos años sin ver a su hijo, dijo: ’Yo voy para allá’. Mi padre estuvo de acuerdo y le dijo que viniera, porque de todas maneras su idea era venirse en un futuro y poner esa fábrica que tenía en Italia, aquí. Así fue como llegamos mi madre y yo”.

Gioia recuerda con nostalgia su infancia en Italia y afirma que tuvo una niñez maravillosa junto con su padre, su madre y su hermano. Reconoce que fue una niña mimada “acostumbrada a tenerlo todo y con todas las comodidades” porque afortunadamente sus padres estaban muy bien económicamente.

Ya no hay americano

“Desafortunadamente, llegar a Venezuela para mí fue un shock muy grande porque, como te digo, yo era una niña mimada. Imagínate – expresa entre risas – que teníamos un carro americano rojo, bello, que nunca olvidaré. En esa época tener un carro americano en Roma era como ¡Wow! ¿No? Y bueno llegué aquí y no tenía ni carro, ni americano, ni nada. El comienzo fue muy duro, porque lo que mandaba mi papá en liras, convertido en bolívares, para aquel entonces no valía nada”.

Primeros años en Venezuela

“Cuando llegamos, mi hermano vivía en una pensión en el centro de Caracas. Pasar de la vida que yo tenía allá a vivir en una pensión acá para mí fue como el acabose. Fue un golpe muy fuerte”.

 

Todo comienzo es difícil de procesar, pero no solo hubo golpes y decepción para la pequeña Gioia. Su talento, carisma y unos contactos que había establecido su hermano la llevaron a comenzar su carrera artística en el país. A los 13 años de edad hizo un programa llamado Rosso di Sera en el que era bailarina.

Recuerda sus pasos, desde temprana edad, en el mundo de las artes. Con orgullo asegura:

“El mundo de las artes es muy difícil en cualquier parte del mundo. No importa dónde uno esté. Crecer en ese ambiente es muy duro”.

Un túnel muy oscuro

“Cuando yo tenía 13 años ya nos habíamos mudado, fuimos a vivir en la Av. Francisco de Miranda, en La Carlota, en un edificio muy bonito. Mi papá nos vino a visitar para ver cómo estaban las cosas y eventualmente, como había planificado, venirse para acá. Lamentablemente, dos años después, él murió mientras nosotras estábamos acá. En esa época no había celulares, no había internet. No había nada de eso. Cuando nos llegó la noticia, a través de un telegrama, fue una entrada en un túnel para mí, un túnel muy negro”.

Añorando Roma y el regreso

 

“Para mí, como entenderás después de todo lo que te conté fue muy difícil adaptarme. Sentía que no estaba en mí lugar, no estaba donde había nacido, no estaba en mi casa, no estaba en mi mundo, en mi entorno, con mis amistades, en mi colegio. Adaptarme fue difícil y siempre quise regresar. Cuando tenía alrededor de los 25 o 30 años, regresé a Italia. Me había divorciado de mi primer esposo; tenía a Perla, mi primera hija, que estaba estudiando en Suiza. Me dije: ‘bueno, por fin, ya puedo regresar a vivir en Roma’. Sentía que pertenecía a un mundo que me habían arrancado, me sentía de allá”.

Gioia: “más venezolana que las arepas”

“Regresé a Roma, estuve 6 meses con mi mamá. A los 6 meses dije: ‘no, yo no entiendo a esta gente, yo hablo y me dicen que de dónde soy, de dónde vengo y yo digo que nací aquí’. Quería estudiar dirección de teatro porque yo pensaba ‘ya soy actriz, ya me conocen en Venezuela, pero quiero ser algo más, tener otro camino que no sea la actuación’. Llegué a Roma con esa idea en mi mente; pero desde que llegué en 6 meses hubo huelga en el único sitio donde se podía, en esa época, estudiar dirección de teatro.vDespués llegó el invierno y yo le dije a mi mamá: ‘¿Sabes qué? Yo me voy para Venezuela, donde tengo mi casa, mi carro, la playa, la montaña, el sol y además, yo amo a Venezuela’.

En Venezuela es italiana y ¿En Italia era…?

“Ah bueno, pero ya ese es otro cuento – nos dice entre risas -. Aquí siempre me decían que si era argentina, o no sé qué. No era fácil para los venezolanos llegar a identificar mis orígenes italiana. También en Italia allá me decían ¿De dónde eres? Aquí lo podía aceptar fácilmente porque realmente no nací aquí y me hacía gracia; pero que en Roma me preguntaran que de dónde era me caía bastante mal”.

 

La Venezuela de ayer y la Venezuela de hoy

“Realmente no puedo compararla porque con la edad uno va cambiando. Yo estuve muchos años pensando que esto era muy bello, que me estaba dando todo, porque de hecho me dio todo. Me casé, tuve a mi hija Perla, llegué a ser famosa. Por decirlo de alguna manera, siempre tuve todo lo que quise. Nunca me faltó trabajo, cariño, ni amistades. Es un país maravilloso. Últimamente ese país maravilloso que yo siempre he defendido y siempre defenderé, cada vez se hace más difícil para vivir. Ya es un problema de vida, porque no encuentras las medicinas; porque el seguro que tenías que era muy bueno y ya no sirve; porque vas al mercado y no encuentras lo que quieres. Todas esas cosas te van dando golpes y te hacen pensar en lo mucho que ha cambiado el país. Yo, como soy una soñadora y siempre pienso que esto es pasajero. Sigo luchando y sigo creyendo en este país porque además me siento más venezolana que las arepas”.

¿Italiana o venezolana?

“Yo soy Italiana, nací en Italia, y soy Venezolana. Para mí el italiano es difícil de comprender, porque es otra vida. El europeo tiene una forma muy distinta de comportarse ante la vida. El calor del venezolano va más allá de su ubicación geográfica. La primera vez que yo fui a Italia, después de haber venido a Venezuela con mi madre, no podía entender algunas costumbres. Por ejemplo, que tuviese que llamar por teléfono a alguien de mi familia para ver si posteriormente, eventualmente, te invitara a tomar un café o a almorzar. Eso no lo podía entender, para mí eso no existe porque aquí no es así”.

Gioia se retira de las pantallas

Luego de trabajar 19 años ininterrumpidos haciendo comerciales, participando en los programas italianos, en Televisa, en Radio Caracas Televisión, haciendo teatro y programas de radio, vino la época de transformación en la televisión. Se pasó a trabajar por proyectos y no por contratos. La imagen y el rating tomaron relevancia y la experiencia pasó a segundo plano. Esas y otras circunstancias llevaron a Gioia a alejarse de la televisión e incursionar en la publicidad.

“En esa época las misses comenzaron a entrar en el panorama. No importaban los conocimientos y la experiencia, sino quien se montó en una pasarela y tiene una cara bonita. Yo me molesté conmigo y me dije: no puede ser que tenga tantos años aquí trabajando, demostrando y estudiando – o sea uno se preparaba para eso- para que pongan a alguien sin conocimientos por encima de mí. No, no lo voy a aceptar. Que se queden con su rating, dije, yo me voy. Entonces me respondieron: ay sí, chica, vete, total lo único que tú sabes hacer es eso. Ya te veremos aquí en unos meses. Eso fue lo peor que me pudieron decir porque yo les respondí: entonces siéntese, porque te vas a quedar parado y te vas a cansar esperando. Estuve 21 años fuera de la pantalla y regresé porque mi hija Perla escribió la novela ‘Mis 3 hermanas’ y me pidió que hiciera el papel de madre porque lo había escrito para mí. A uno siempre le queda esa espinita y bueno, regresé”.

¿Qué es Gioias Producciones?

“Gioias Producciones (GP) nació porque mi hija Gioia Arismendi, desde que estaba muy pequeña, siempre quiso ser actriz y se preparó para eso. Una vez que terminó el bachillerato comenzó a estudiar artes en la Universidad Central (UCV). Nunca faltó a clases, tenía las mejores notas, pero al mismo tiempo estaba en Radio Caracas haciendo Novelas. Es algo que está en la sangre porque yo nunca les dije a mis hijos que hicieran esto o aquello. Eran libres, pero sí les comentaba que este mundo era algo duro. GP nace de eso, Gioia es muy buena actriz, buena productora, escribe, dirige. Pensamos que es un buen nombre y una buena compañía. GP puede hacer cualquier tipo de producciones, teatro, cine, televisión, radio, todo lo que se pueda”.

Olga Henriquez, Gioia Lombardini, Amelia Román y America Alonso, mitos de la televisión venezolana
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¿En algún momento se imaginó cómo hubiese sido su vida de haberse quedado en Italia?

“Realmente no. Algunas veces le comentaba a mi mamá ¿Tú crees que si yo estuviera en Europa sería actriz, qué sería? Y me ponía a pensar y descartar profesiones para llegar siempre a una misma conclusión, ella me decía: ay no sé, Gioia, tú eres actriz. Yo pienso que el destino se lo hace uno mismo. No creo que haya sido el destino quien me trajo. Uno mismo contribuye en la construcción de ese destino que en definitiva es tu vida. Me siento muy feliz, gracias a Dios. No puedo decir que no he tenido logros y, sobre todo, mis mayores logros son mis hijos, mis nietos. Perla tiene 3 tres, Gioia va por el primero, pero espero tener la suerte y que Dios me dé salud para ver al menos otros dos y me siento feliz de ellos”.

¿Cómo artista y ciudadano qué cree que puede aportar para mejorar la Venezuela actual?

“Yo, como venezolana, lo que quisiera es que nos pongamos de acuerdo para salvar este país tan maravilloso, que nos unamos. No puedes pretender que todo el mundo piense igual. Tenemos que aportar lo que sabemos para poder salir de donde estamos y florecer. Hay que entender que cada quien tiene su forma de pensar y a lo mejor a ti no te gusta, pero por qué hacerse daño, insultarse, por qué querer destruir un país tan maravilloso. Eso duele en el alma. Como artista podemos trabajar, sonreír, ser felices y decir: mañana va a ser un día mejor. Te dirán tú estás loca y vas a decir: sí, los locos son más felices que los cuerdos y eso es una gran realidad, así que mejor ser loco y ser feliz”.

Karen Valero