CARACAS – El gobierno de Donald Trump está decidido en seguir avanzando en la aplicación de sanciones y en crear un cerco internacional al gobierno que preside Nicolás Maduro. En este sentido, ha mostrado la intención de que los países latinoamericanos colaboren con este objetivo. De este modo, lograría que su política hacia Venezuela mantenga respaldo y no pueda ser acusada de intervencionismo.
La más reciente medida de presión de Washington a sus aliados en el continente es el ofrecimiento de colaboración legal, para ampliar en este marco la posibilidad de aplicación de sanciones. Donald Trump ha solicitado tanto a Latinoamérica como a Europa una política conjunta contra el Gobierno venezolano, en el que se apliquen sanciones directas tanto contra funcionarios como industrias estatales.
Las sanciones aplicadas al Gobierno venezolano han ido aumentando progresivamente desde el ascenso de Donald Trump al poder. Sin embargo, miembros de su gobierno están insatisfechos y exigen que se adopten medidas más radicales como atacar directamente al petróleo venezolano. El presidente de la ONG Diálogo Interamericano, Michael Shifter, afirmó en días recientes que esta posibilidad está siendo “seriamente” considerada por el presidente norteamericano.
Trump genera poco convencimiento en la región
La propuesta de un embargue petrolero no ha sido respaldado por los gobiernos latinoamericanos, y así lo han hecho saber desde que Rex Tillerson como secretario de estado lo planteó en la gira que realizó a comienzos de año. El convencimiento de Trump hacia Latinoamérica en esta y otras medidas de diversa índole, no han calado en gran medida, por sus relaciones conflictivas con México y otras naciones del continente.
Esta imagen de Trump que ha generado rechazo en el continente es una de las principales preocupaciones que su gobierno ha venido abordando. Sobre todo, por la creciente influencia china y su atractivo comercial para algunas naciones. Convirtiéndose en uno de los principales temas a tocar en la Cumbre de las Américas.
