PANAMA – El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo desde Panamá que el gobierno venezolano “es un régimen que tiene una impronta criminal muy fuerte”, a la vez que pidió también justicia y una salida democrática a la crisis política que vive Nicaragua.
Agregó que la familia del presidente Nicolás Maduro, así como otros miembros del gobierno y destacadas figuras del chavismo, están acusados de narcotráfico, por lo que la nación latinoamericana tiene una lógica criminal que hace que sea muy difícil revertirlo.
Durante un encuentro en la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), señaló que Venezuela enfrente una severa crisis política y económica que la ha llevado desde hace ya algunos años, a padecer de una terrible escasez de productos básicos y a registrar desde el año 2017 una hiperinflación galopante.
Almagro también acuso al gobierno de Maduro de utilizar el diálogo para perpetuarse en el poder y recordó que la victoria electoral del mandatario que tuvo efecto el pasado 20 de mayo fue desconocida por gran parte de la comunidad internacional, además lamentó el no haber llegado a ningún acuerdo concreto luego de las diversos o intentos de diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana.
“Lo que ha quedado demostrado desde 2014 hasta ahora es que el régimen venezolano ha usado completamente cada una de las instancias de diálogo simplemente para consolidar el statu quo basado en la represión, el miedo, el terror, la miseria de la gente, la tortura y los presos políticos”, señaló Almagro.
El secretario general de la OEA también se abogó por la crisis en Nicaragua, dónde más de 300 personas han muerto durante protestas desatadas en los últimos 100 días contra el gobierno de Daniel Ortega, y pidió una solución “democrática” para salir de esa situación, reseñó AFP.
Finalmente el representante de la OEA se pronunció sobre Donald Trump y comentó acerca del posicionamiento que mantiene contra los gobiernos de Venezuela y Cuba, hecho que ve como positivo, sin embargo cuestionó la política migratoria del mandatario norteamericano y ve como inadmisible la construcción de un muro, así como el discurso de odio hacia el tema de la migración.
