CARACAS – El Foro Penal venezolano denunció este 4 de febrero que son 82 los militares retirados o activos que están tras las rejas, y destacó que el sector militar es uno de los grandes afectados por la represión del gobierno.
Gonzalo Himiob, director de la organización, recordó que los militares que detienen arbitrariamente a sus compañeros, secuestran a sus familiares y practican tratos crueles, incurren en crímenes, y por ello les pidió para estas acciones.
Himiob denunció que al menos 30 militares fueron detenidos en los últimos días, y recordó a los 24 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) detenidos en Cotiza, cuando manifestaban su descontento contra Nicolás Maduro.
Se trata del sargento Harley Solano quien actualmente está en fuga. Es perseguido por su participación en la sublevación del 21 de enero en Cotiza, Distrito Capital. “Como no lo han podido ubicar, secuestraron a siete personas de su familia, civiles y militares. Había una joven de 19 años y un señor de 73 años. Todos fueron secuestrados y torturados para tratar de dar con el sargento”, denunció Himiob, citó Efecto Cocuyo.
Por otro parte, dijo que al 4 de febrero van 966 presos políticos por orden del régimen de Maduro y resaltó que tan sólo desde el 21 de enero han habido 988 arrestos, de los cuales 137 eran adolescentes, y 10 jóvenes aún están detenidos.
Durante una rueda de prensa, el Foro Penal hizo referencia a los 16 jóvenes que permanecen privados de libertad en el comando de El Paraíso de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), todos apresados incluso antes del 23 de enero y muchos, sin siquiera haber estado manifestando en las concentraciones convocadas para ese día.
A todos estos muchachos los habían mantenido incomunicados y el 26 de enero salieron de tribunales con cuatro delitos: obstrucción de vías públicas, instigación al desorden público, resistencia a la autoridad y agavillamiento.
Para los momentos los 16 detenidos en el comando 443 de la GNB El Paraíso están junto a presos por delitos políticos.
Son alrededor de 40 muchachos metidos en una misma celda que parece un “bohío”. Todos comparten el mismo baño y solo reciben comida de sus familiares, que deben llevársela diariamente. “Ahora todos somos una familia”, denunció una de las madres de los “nuevos presos políticos”.
