Un relato sencillo del origen de los nombres de las calles y esquinas de Caracas…


Arq. Ricardo Rodríguez Boades

Cuando niño me llevaron muchas veces al centro de Caracas, allí vi algo que me causaba mucha curiosidad, los nombres de las esquinas. Yo preguntaba por qué era así, y la respuesta era “muchacho eso es historia, o es así desde la colonia”, pero nunca nadie me dio una razón real, hasta que de adulto me puse a investigar y ahora comparto un relato sencillo del por qué Caracas está referida a sus esquinas…

Enrique Bernardo Núñez decía que “…en torno de los modernos edificios… Rondan los fantasmas que le dieron nombre y prestigio a las esquinas y calles de Caracas…” siempre me encantó esa descripción.

Increíble, pero Caracas no tuvo nombres oficiales para identificar sus calles hasta 200 años después de ser fundada y sólo fue el obispo Diez Madroñero enviado a Caracas por el Papa, quien hizo algo para identificarlas.

En los primeros planos de la ciudad solo hay referencia de plazas iglesias y algunos edificios públicos y las cuadras eran de 4 casas. El primer dato sobre algún nombre de calle es el del Acuerdo del Cabildo de Caracas de 1591 y allí se indican las 4 calles derechas que van de este a oeste y se nombran algunos vecinos, como calle de Antonio Rodríguez, la calle de Guillermo de Loreto, la calle de Alonso Díaz y la calle de Baltasar Muñoz.

Suena complicado pero para el caraqueño de la época, debió ser más fácil… “nos vemos en casa de fulano”… como si visitaran al amigo de la urbanización de hoy día.

El siguiente registro es 12 años después y como ya en esa época existían problemas de huecos al igual que hoy, en acta del Cabildo se pide empedrar calles y para identificarlas había que relacionarlas con la gente que allí vivía, es por eso que se indicaba con estos datos, “empedrar las calles desde la casa de Cristóbal Mejías de Ávila hasta la casa de Francisco Rebolledo y Tomás Aponte”, que presumo deberían de ser vecinos de frente. Esas calles hoy son norte sur o bajada de la torre.

Desde esa acta, por más de 140 años no hay referencias de calles o esquinas en ningún documento, hasta que llega el obispo Díez Madroñero y presenta un plano con la nueva nomenclatura.

Calles con números romanos y manzanas con números castellanos y para hacer más religiosos a los caraqueños, le colocó a las calles nombres de episodios de la vida, pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo y envió un plano a cada párroco para su difusión. Como alguien dijo “tanto nombre religioso, parece la sucursal del cielo”, es una lástima que no se conservara copia de el.

El obispo había logrado que el cabildo nombrara a nuestra capital, “CIUDAD MARIANA DE SANTIAGO DE LEÓN DE CARACAS”, pero como el caraqueño es muy coloquial, para los nombres él utilizó un método muy ingenioso, si en una manzana existía una pedrera, se nombraba nuestra señora de la cantera y si había un colegio, él lo identificaba como nuestra señora de la sabiduría, ingenioso no?… y eso lo que hacía era corroborar los lugares que ya los caraqueños habían nombrado y no los cambiaba.

Para 1810 época de revoluciones, las calles habían vuelto a sus nombres tradicionales, pero para el 25 de junio de 1811, se dictó un acuerdo para mantener los nombres de las calles con sus mismos nombres, apodos y que se enumeraran las casas para tener un orden y además se les pintara el número a cada casa y el nombre de la calle en las esquinas.

Pero el terremoto y la guerra de independencia debieron de hacer olvidar esta nomenclatura, las cuales eran además muy complicadas.

Para diciembre de 182, el ayuntamiento propuso otra forma para numerar las casas y las calles con nombres que recordasen los momentos cumbres de la independencia o de sus héroes, de allí algunas como Girardot (hoy las FFAA) otras menos majestuosas como calle Lindo (hoy Baralt) o Margarita (hoy ave.Urdaneta).

Haciendo referencia a esto, el cronista Bernardo Núñez comenta en su libro, que muchos de estos nombres se debieron al nuevo ideal republicano y para olvidar los viejos nombres realistas. Como siempre, cuando alguien nuevo llega al poder, tratar de cambiarlo todo…

Por supuesto, estos nombres duraron solo algunos años, hasta que en la época del presidente Guzmán Blanco se adoptó la numeración de las calles y casas que existe hoy día y se contrató a Cesáreo Suarez y a Don Arístides Rojas, quienes decidieron que la ciudad seria dividida por una gran cruz con inicio en la esquina de La Torre con avenida norte sur y este oeste.

Hoy día las referencias de las calles siguen siendo complicadas en el centro de Caracas, siempre se usa la ubicación de una esquina, o alguna edificación importante o llamativa, por cierto que los antiguos caraqueños siempre al dar una dirección, empiezan por la esquina más cercana a la plaza Bolívar hacia la más alejada.

Los venezolanos siguen siendo coloquiales en la manera de dar una dirección, lo hacen por ejemplo de esta manera…”mira… es en la urbanización campo alegre… bueno tu subes por esa calle ancha y donde está la sala de fiestas sigues hasta la garita y allí le preguntas al vigilante dónde queda el edificio tal”… normalmente el vigilante sabe menos. No me imagino al GPS, tratando de explicar una dirección en Caracas”…

En fin, así somos, y pensar que todavía hay quienes se empeñan en cambiar los nombres de las calles y avenidas, como cambiar a la avenida principal de Maripérez por Sandino. Siempre será Maripérez… somos así y seguiremos siendo así…

Datos recopilados de la nomenclatura caraqueña de Rafael Valery y Caracas Luis Bernardo Nuñez

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